Esta mañana he salido a correr después de bastante tiempo. La semana pasada no salí ni un solo día. Parece que el clima va cambiando e iba siendo hora de dejar la cinta para salir a correr.
Correr al aire libre puede significar una tarea más intensa, pues la cinta se desplaza por debajo nuestro pero fuera del gimnasio somos nosotros los que debemos avanzar. Además, el terreno puede ser más dañino para nuestras articulaciones, aunque correr al aire libre es más efectivo para quemar calorías y motivarnos dada la relajación que sentimos al estar rodeados de un paisaje variado cada vez.
Voy a intentar daros unos consejos para pasar de correr en cinta a correr al aire libre:
- Transición progresiva: mejor tener paciencia e ir incluyendo gradualmente la carrera al aire libre, por ejemplo: primero correr 1 vez a la semana al aire libre y el resto continuar en la cinta, para la semana próxima correr afuera dos veces y así sucesivamente.
- Velocidad flexible: al aire libre la resistencia del viento o las imperfecciones del terreno pueden reducir la velocidad a la que estamos acostumbrados, por eso, mejor ser flexible en un comienzo y no pretender correr a nuestro máximo nivel como lo hacemos en la cinta.
- Mejor un terreno blando: dado que el impacto en las articulaciones es mayor corriendo al aire libre, sobre todo por asfalto, mejor escoger en un principio superficies blandas como puede ser césped o tierra, de manera que el cambio no sea tan brusco.
- Deja las cuestas para más adelante: subir y bajar cuestas o colinas puede ser demasiado para los primeros días de carrera al aire libre, pues demanda gran fuerza de los músculos de la pierna, por eso, mejor correr en llano al principio de la transición.
Y ahora solo queda que lo disfruteis. Os dejo un video de una canción que me gusta escuchar al final de las salidas. En los últimos kilómetros.
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