Hoy leo esto en el blog de Pablo Cabeza. "http://pablokbza.dorsalcero.net/" y me gusta.
Quién de nosotros no se siente cansado de los que nos prejuzgan ó
aleccionan sin conocernos? siempre dando explicaciones monotemáticas a
las mismas cuestiones... que si que pesadez con lo de entrenar, como si
no tuvieras otra cosa que hacer; que para qué vas a competir, si nunca
ganas; por no hablar de las continuas recomendaciones de que comas más,
que si vas a enfermar, que si te pasa algo, tanta delgadez...
Entrenados en el arte de la inhibición, solemos ignorar estas y otras
cantinelas. Aún así, atosigados a veces, podemos pasar a la ofensiva.
Como mi amigo X, que no tuvo más remedio que sacudirse a un pelma
compañero de clase, casi voceándole, mientras caminábamos por el
madrileño Parque del Oeste..." y tú...¿qué pretendes? sobrevivir? ó bien
tener impulsos, crecer, pensar y utilizar tu cuerpo, usar palabras
ciertas? Elige. Vive en la necedad ó abre tus ojos a lo auténtico".
(XII)
Me perdería corriendo por los campos ocres del otoño, entre árboles caducos, si no fuera por mi escasa forma de ahora.
Un viejo conocido me confesaba su miedo a perderse, dar la espalda al
ruido de la urbe, escapar en solitario al campo infinito. Decía sentirse
intranquilo, alertado por los ruidos en la soledad del campo otoñal.
Compadezco su inadaptación. Nunca me sentí más seguro y a salvo que en
el silencio paciente de los montes: abrir nuevos caminos en la espesura,
alentado por la propia respiración. Tranquilidad del alma y retiro de
la multitud, en eso radica mi seguridad.
(XIII)
Competición; no hace mucho pude sentir aún esa sensación única. En el
ambiente, como un halo de hoguera. Baile en el viento, que cimbrea la
maleza en las cunetas. El público aplaude y jalea, trivilializando el
monumental esfuerzo que ha de venir. Minutos, a veces horas, de
intensidad. Sufrir y culminar.
Lo más importante: aceptar el resultado, sea el que sea, con alegría y
positividad. La derrota es siempre un principio y un triunfo la
culminación. Nada es mejor y todo enseña.
(XIV)
Lamento que haya personas que piensen siempre y tan solo en la
competición. Solo en eso. Competir obsesivamente en pos de una sucesión
de números que dan razón a su existencia.
Lamento como miran con displicencia a los que se recrean y juegan con la vida.
Aplaudo su abnegación, pero es tan solo eso, persecución obsesiva. Por
eso lo lamento ; porque el deporte verdadero es algo más, es un bien
para el ser humano y viste de alegría la vida, es armonía y libertad. Y
la libertad solo se logra si seguimos a la espontánea naturaleza,
esperando de nuestro esfuerzo, pero suprimiendo los deseos.
Vivir es jugar. Y quiero seguir jugando.
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