Muchas veces nos preguntamos cuál es el mejor método para acabar con los kilos que nos sobran en el gimnasio: HIIT, cardio, pesas… Una de los métodos que existen para optimizar nuestro entrenamiento con este fin es mantenernos en la zona de quema de grasa al realizar ejercicio; pero, ¿cómo nos mantenemos allí y qué pasa exactamente en esta zona?
La zona de quema de grasa se encuentra entre el 60% y el 70% de nuestra frecuencia cardíaca máxima (FCM
= 220 – edad). Se trata de la franja en la cual el cuerpo utiliza la
grasa como combustible, sin entrar en el temido catabolismo muscular.
La mayor parte de la gente, generalmente por desinformación, cree
que “cuanto más sudo o más me canso, más grasa voy a quemar”. Esto es
una verdad a medias: está claro que cuanto más sudes, más líquido se
pierde, y esto se refleja en una pérdida de peso: pero esos gramos que
perdemos a través de la sudoración los recuperaremos rápidamente al
hidratar de nuevo nuestro cuerpo. Por tanto, no se trata de una pérdida
de grasa, sino de peso relativo.
La zona de quema de grasa (también llamada de control de peso) nos ayuda a obtener energía de la grasa almacenada durante y después del ejercicio:
esto es importante, ya que una vez paremos de correr o nos bajemos de
nuestra bicicleta, nuestro metabolismo seguirá consumiendo esa grasa que
nos queremos quitar de encima. El cuerpo continuará degradando la grasa
para convertirla en energía mucho tiempo después de haber salido del
gimnasio.
Para mantenernos dentro de esta zona quemagrasa, lo mejor es que utilicemos un pulsómetro
durante nuestro entrenamiento. En principio cualquier modelo y marca
puede valer, siempre que nos indique nuestra frecuencia cardíaca: yo
utilizo un modelo que la muestra tanto en número de latidos por minuto
como en porcentaje, y tengo la opción de programarlo de modo que cada
vez que me salgo de la zona de quema de grasa (por arriba o por abajo)
emite una señal visual y sonora.
Mantenerse dentro de la zona no es sencillo, al menos para mí:
corriendo me resulta casi imposible y prefiero caminar rápido, y en la
bici me emociono con la música y se me suben las pulsaciones a mil por
hora en cuanto me descuido, así que tengo que estar muy pendiente del
pulsómetro.
Recordad que lo más importante a la hora de bajar de peso es seguir una dieta saludable, acompañándola siempre de ejercicio físico. Entrenar en la zona de quema de grasa durante 20 a 30 minutos, de 3 a 5 días por semana nos ayudará a optimizar los resultados de nuestro entrenamiento.
Fuente: Vitonica.com
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